viernes, 4 de junio de 2010

Critica "Te quiero, eres perfecto... ¡ya te cambiaré!". Musical

El nombre original del musical es "I Love You, you're perfect... now change!"

En la versión española el reparto esta compuesto por: Ruth Calvo, Inma Mira, Jorge Gonzalo y Pablo Muñoz-Chápuli, director y responsable de la adaptación del espectáculo.

El espectáculo muestra las interioridades del mundo de la pareja. Es una visión de las experiencias que todo el mundo ha vivido en algún momento de su vida: la primera cita, el noviazgo, el matrimonio, la llegada de los hijos o la crisis de los cuarenta.


Lo más sorprendente del espectáculo es precisamente la compañía en sí: ver como un pequeño grupo de actores es capaz de realizar musicales tan fantásticos, sin recurrir a una suntuosa puesta en escena, como ocurre con las grandes producciones.

Los cuatro protagonistas son actores ante todo, pero con una buena formación en canto. De todas formas, las canciones que forman este musical no son excesivamente difíciles, vocalmente hablando.
La orquestación estaba formada por un violín y un piano, exclusivamente, que a veces incluso se involucraban en la escena.

La representación se realizó en el teatro Alfil, un teatro pequeño, pero suficiente para el espectáculo citado. La puesta en escena era muy sencilla. Los actores utilizaban un biombo negro para cambiarse de ropa y la escenografía estaba formada por muy pocos elementos, sobre todo utillería que utilizaban dependiendo de la escena. Ese aspecto era muy innovador e interesante, cómo con tan poco podían crear escenas tan interesantes.

Quizás lo que más dejaba que desear eran las adaptaciones de las letras.
A penas tenía coreografía, los momentos musicales se llenaban con una partitura de movimiento escénico más que con pasos coreográficos propiamente dichos.

En conclusión, ver cómo una compañía tan pequeña y con tan pocos medios puede hacer un espectáculo así, es fabuloso.

Comentario del musical: "La Bella y la Bestia"


Se trata de una adaptación del musical de Broadway basada en la película del mismo nombre realizada por Walt Disney en 1991. La historia es un cuento de hadas, dónde todos sus elementos se conjugan para introducir los números musicales que son el alma de este espectáculo.
Entre el Equipo Creativo de la producción original debemos destacar: el compositor Alan Menken , los letristas Howard Ashman (artífice también de la Sirenita, diversas canciones de Aladdin...) y Tim Rice (quien ha escrito el guión completo de cinco musicales), los coreógrafos Matt West, Dan Mojica y Moira Chapman, el libreto que corre a cargo de Linda Woolverton (galardonada con el Premio Laurence Olivier al Mejor Nuevo Musical en Londres.

El argumento es mundialmente conocido.

La versión española corre a cargo de
Joe Luciano (Bestia), Julia Möller (Bella), Manuel Banderas (Gastón), Miguel de Grandy (Maurice), David Venancio Muro (Din Don), Germán Torres (Lumiere), Kirby Navarro (Sra. Potts), etc.

En cuanto a las interpretaciones lo más destacable es decir que, lamentablemente (como en casi todos los espectáculos musicales aquí en España) encontramos a magníficos cantantes, en vez de actores. Las voces son muy buenas, pero interpretativamente la cosa deja mucho que desear.
Es un espectáculo infantil y, valga la rebundacia, espectacular.

Es su principal seña de identidad: la grandiosidad del montaje.
Por un lado, la escenografía que cuenta con decordados de que se mueven solos, muy elaborados y que introducen al público en el ambiente rapidamente.
El vestuario es también muy impresionante, al igual que los números musicales.
La obra cuenta con un cuerpo de baile compuesto por más de treinta bailarines y la música en directo siempre es un buen elemento a favor de cualquier espectáculo.
Las escenas más impresionantes podría ser la overtura (presentación del pueblo y del personaje de Bella) y como coreografía la pelea de los lobos contra la Bestia en el bosque.

Pero en eso se queda. En una producción muy costosa y muy espectacular, que realmente consigue mantener al público infaltil pegado a la butaca, pero a la que poco más puede pedirsele.

Son dos horas de magia, aderezada con una música y una orquestación (que corre a cargo de Pablo Eisele)
magnfíca. Pero cuando acudes al teatro a ver cualquier tipo de espectáculo así, debes ir mentalizado a eso: muchos efectos de iluminación, luces, numeros corales abrumadores (como la escena del festín) pero un transfondo poco interesante, salvo el que la propia fábula infantil refleja con su mítica frase de "La belleza está en el interior".



Crítica de: "Como los griegos"

"Como los griegos" es la primera obra de teatro "clásico" que ha consguido engancharme.

Se trata de una tragedia contemporánea, todo sea dicho, pero imita el modelo de las tragedias clásicas griegas con monólogos muy extensos de los personajes. Es una versión del mito de Edipo contemporaneizada.

El personaje protagonista es Eddy que sufre la misma trágica historia que Edipo. Es un personaje con mucha humanidad que consigue emocionar. Te identificas con él de manera irónica, porque nunca podrías verte en una situación similar a la que él sufre y el resto de personajes giran en torno a él.
Sus objetivos y obstáculos están muy claros:

  • OBJETIVOS: cambiar de vida, el amor que no busca pero que encuentra, mantener su nueva vida perfecta, cambiar la sociedad.
Es evidente que algunos de los objetivos del personaje son imposibles. Por ejemplo, el objetivo de limpiar la cuidad en la que vive de la degradación. Pero él lucha por conseguirlos, y esas ganas hacen que su tragedia nos interese más y sea más dura.

  • OBSTÁCULOS: sus padres adoptivos, el destino, la socidad y él mismo.
Él mismo se convierte en su obstáculo por culpa de sus acciones. Acciones inconscientes, porque él no sabe las consecuencias que traeran sus actos, pero por eso se trata de una obra trágica: porque la catástrofe es inevitable.

En esta obra aparecen muchos elementos de la tragedia griega: hamartía, metabolé, anagnórisis, pathos y por supuesto, catarsis.

Su característica más evidente es el lenguaje descarnado que utiliza. Es un tipo de lenguaje muy atractivo, aunque sea demasiado duro.

La obra tiene "algo" que engancha. Todos los monólogos del personaje de Eddy son reflexiones sobre la sociedad, sobre la decadencia de la época moderna; de como cada persona piensa por sí misma, sin preocuparse en absoluto por los demás.
Los temas fundamentales que trata la obra giran en torno a eso: la sociedad, la soledad, el destino, el amor...

La escena que más destacaría es sin duda en la que Eddy mata a su padre (sin saber quién es): se trata de una pelea en la que las armas no son cuchillos ni pistolas, sino palabras.
Como cualquier buena tragedia, tras leerla la catarsis, te mantiene pensando en ella durante un buen rato.